En el proyecto RevoluZion, uno de los objetivos a alcanzar consiste en el desarrollo de sistemas protectores basados en biopolímeros (como polihidroxialcanoatos o PHAs, y celulosa bacteriana) que permitan regular la actividad y aumentar la estabilidad de enzimas hidrolíticas capaces de degradar biopoliésteres. Para ello, el grupo de Biotecnología de Polímeros (POLYBIO) del Centro de Investigaciones Biológicas “Margarita Salas” (CIB-CSIC) emplea distintas técnicas de inmovilización enzimática como unión o atrapamiento en soportes, o encapsulación mediante emulsiones, permitiendo además la co-inmovilización de diferentes actividades enzimáticas en el mismo soporte.
Así, se evalúan PHAs con diversa composición monomérica y, por tanto, diferentes propiedades térmicas y mecánicas para la obtención de distintos aditivos enzimáticos. Además, el empleo de enzimas funcionalizadas con péptidos de adhesión presentes en las fasinas (proteínas anfipáticas asociadas a los gránulos intracelulares de PHA) permite favorecer su unión a distintos tipos de PHA.
De esta manera, los aditivos enzimáticos desarrollados podrán ser incorporados durante la fabricación industrial de distintas formulaciones de bioplásticos, resistiendo las condiciones extremas de procesamiento y permitiendo la liberación programada de las enzimas hidrolíticas en determinadas condiciones ambientales. Esto posibilitará la degradación in situ de los bioplásticos una vez finalizada su vida útil y evitará la contaminación cruzada con otros plásticos convencionales reciclables.